Espacio de Venus
¡Hola! Soy María Elena Mayurí (Lima, 1977). Este espacio es para compartirles vivencias e impresiones, desde mi visión de mujer felizmente casada, ama de casa y profesional también; sazonándolas con algunos cuentos, poemas y obras de teatro que se cuecen sabrosamente en mi mente, esperando salir. Trabajo con niños, dirijiendo el show de animación ecológico "Escena Verde" y con adultos mayores dirijiendo la Escuela de Teatro "SAEX". Espero disfruten mi blog, pués yo lo disfrutaré escribiendo.
jueves, 22 de agosto de 2013
Video Clip "Mi Planeta Azul"
viernes, 9 de agosto de 2013
Retomando mi Espacio de Venus.
viernes, 24 de junio de 2011
El teatro como medio de expresión y de sociabilización

Esa intensísima experiecia que no me dejó dormir de la emoción esa noche, la tuve el día final de la obra "En un lugar del Corazón" con los abuelitos (bueno, abuelitas casi en su mayoría), del Club Saex. Esa noche, la gente se paró a aplaudirlas, y yo sentí mi corazón explotar. Estaban contentas, plenas, ellas no se habrían imaginado nunca antes pisar un escenario, pero lo hicieron. Se aprendieron la letra, interiorizaron sus personajes, le encontraron miradas, estilos; fueron unas verdaderas profesionales. Nunca había estado tan orgullosa.
Y es que es harto conocido los efectos positivos del teatro en los seres humanos, en los niños y en los jóvenes, en sus dinámicas de participación y de integración, pero ¿se imaginan esto con adultos mayores? es oro en polvo. Cuando llegué a la escuela de abuelitos SAEX (Sabiduría y experiencia, que lindo nombre), su directora, Gloria de Los Ríos -una mujer dinámica como pocas que ha hecho del Jardín infantil que tiene a su cargo un verdadero centro cultural, con museo incluído-, me dio la tarea de hacer con ellos una "obrita" para que la presenten en el nido, quizas a los padres de familia. Pues tomé la idea, pero primero haríamos un taller.
El taller contemplaba expresión corporal pero apropiada para los abuelitos, luego un poco de
imaginación e improvisación resultaron excelentes, a pesar de que evidentemente su vitalidad
no es la de los veintitantos o treintaitantos años, ellas metían tal sazón, que todas sus improvisaciones eran dignas de público. Cuando las llevamos a ver una obra de teatro -ellas nunca habían visto alguna- elegimos una de dos actrices, titulada "Lecciones de FE", recuerdo que emocionadas y espantadas decían: "¡cómo vamos a hacer eso de actuar!, señorita, ¡nos vamos a olvidar todo!" y yo, emocionada y espantada también les decía: "no, lo van a hacer bien, ya verán.
Poco a poco, la obra fue cobrando vida, quizas con ellas habría que repetir mas de lo normal, quizas todos los días, quizas a cada momento, pero no importa; día a día las veía mas confiadas y gozando la clase, sumando a su creciente emoción, la gentileza de dos actores renombrados que agregaron su experiencia al proyecto. Cuando las cosas se veían un poco opacas, cariñosamente respondía a sus justificadas preocupaciónes; "cálmense, esta vez, las estrellas son ellas". Y así, mate de coca de por medio para animar, continuaban los ensayos.
Cuando llegó el día del estreno, vasos de agua de azahar aparecían por todos lados, al igual que perfumes, estampitas y demás. Yo era la mas calmada, la mas segura, las mas templada. Todo lo tenía ordenado sincronizado y en su lugar. Mentira, yo era la mas nerviosa y ni un litro de agua de azahar me hubiera hecho sentir lo contrario. En fin, la sala estaba con mucha gente, no llena, pero con los suficientes para sentir estrunedosos los aplausos... y así, el estreno, la función siguiente, y la siguiente... hasta el final, y orgullosa como una mamá las apaludía, Sin embargo, el último día, no sólo las aplaudí como una orgullosa mamá, sino como la directora mas orgullosa de todas. Fue una función hermosa, como fue hermoso también cuando ellas se me acercaron al final y me dijeron, con algunas lagrimitas (ellas no se creían que habían terminado una temporada en medio de aplausos de pié por casi 15 minutos seguidos); "señorita, nunca pensamos que podíamos estar arriba de un escenario", esta noche nunca, nunca se nos va a olvidar", y así las vi recibir uno a uno los saludos de sus familiares que tampoco se la creían, diciéndoles cosas como: muy bien mamá", "abuelita que bien actuaste", "te aquiero"... y ellas dejaban que su sonrisa les respondiera lo que era obvio; "lo ven, no somos invisibles".
jueves, 9 de diciembre de 2010
Teatro con la tercera edad
viernes, 25 de junio de 2010
Del espacio cerrado al espacio abierto: Colegio Shama
jueves, 24 de junio de 2010
Una experiencia en las alturas de Chavín
Hace poco menos de una semana, un grupo de personas de dentro y fuera del país atraídas por las causas ambientales, nos sumamos al curso de "Metodología de Tierra de Niños, que promueve la Asociación por la Niñez y su Ambiente, ANIA.
Su director Joaquín Leguía y sus promotoras en Chavín; Brenda y Miluska nos dieron un interesante alcance sobre el papel que pueden desarrollar los niños en la mejora de su ambiente y en el deber que nosotros, como adultos, estamos llamados a obedecer, orientando y motivando a los pequeños a conservar la naturaleza, utilizando para ello una gran reserva de arte, creatividad, energía y compromiso.
En su Tierra de Niños, los niños son los protagonistas absolutos, líderes del gran cambio. Ellos se entusiaman, ríen, juegan y se divierten a traves de una acción que se traduce en un hermoso hecho de amor; sea el espacio que sea, los chicos convieten espacios áridos y tristes, en lugares mágicos... de pronto, un balde abandonado, una botella de plástico vacía, una llanta o hasta una mochila vieja se convierten en lugares perfectos para que la vida se abra paso, y así, plantas y flores asoman felices, al igual que abejas, mariposas y pájaros. Es bello ver como el color y la fiesta reviven cualquier espacio, más allá de cualquier condición social. Con Tierra de Niños, son los niños que se vuelven responsables de su tierra, con la visión de cultivar para ellos, para su familia y para su comunidad, así se trate de tres pequeñas macetas o una parcela que sus padres o maestros donen con amor, el aprendizaje es uno: "estoy haciendo algo por mi planeta".
Para todos los que compartimos este curso, ha sido una experiencia realmente maravillosa y que nos deja muchos retos. Chavín es un ejemplo de casos felices donde los niños han desarrollado esta actividad que debería replicarse en todas las provincias. Tierra de Niños es una apuesta de paz, muy necesaria para pintar de belleza las áreas secas de nuestra casa, y de nuestro corazón.
Una foto con el director de ANIA, Joaquín Leguía, y Jessica, compañera de curso y promotora de Tierra de Niños.
En la Tierra de Niños, son los niños quienes deciden los cultivos y quienes se hacen cargo de su cuidado.
GRACIAS!!!
A mis amigos de Chavín, a todos los profesores maravillosos que enseñan en las alturas de nuestro mágico Ancash; Juan, César, Magda y María, a la pequeña Pamela porque su sonrisa nos alegró de una manera muy especial. A mis compañeros que vinieron desde tan lejos; Bolivia, Brasil , Nicaragua, El Salvador; Ana María, Hebert, Bea, Javier. Al profe Jorge de Cajamarca, Anelí de Cusco, a la energía de Rubí de Arequipa, y a Mónica y Jessica de Lima... ¡Muchas Gracias por haber hecho esta experiencia tan enriquecedora!, y unas gracias especiales a los niños y niñas de Huari, y a ¡JOAQUÍN! por su enseñanza y su perseverancia en ese sueño que ahora todos compartimos.
(Info sobre ANIA: http://www.mundodeania.org/)